Propagación a partir de plantas madre

QUE ES UNA PLANTA MADRE

La planta madre es una planta femenina conservada en permanente estado vegetativo con el fin de extraer esquejes destinados a floración. 
Deberá ser alimentada con productos de alto contenido en nitrógeno. Antes de cortar esquejes debe tener al menos 8 semanas de vida y, dado que el proceso agota a la planta, siempre debe permitirsele un tiempo de recuperación.
Una planta desatendida da lugar por norma general un tallo central con pocos retoños. Para incentivar el crecimiento de éstos suele recurrrirse a la poda, cortando el retoño nuevo justo por encima de un nódulo.
Este proceso acostumbra a la planta madre y constituye una buena fuente de esquejes.

CLONES

Son copias genéticas exactas de la planta donante. 
Pueden obtenerse esquejes de todas las partes de la planta, siempre que contengan una yema en fase de crecimiento. Es más sencillo obtener esquejes de la parte superior de la planta, pero puede y debe utilizarse cualquier parte, incluida la parte baja. 

Esquejes

1. Deben tener al menos 3 nódulos de hojas y medir entre 7 y 8 cm de longitud. Una vez localizado un brote o rama adecuado, cortar con tijeras afiladas. 
2. Con el brote en una superficie limpia, procedemos a retirar todas las hojas menos las dos superiores con una cuchilla. El esqueje precisa alguna hoja para que tenga lugar la fotosíntesis, y así producir un sistema de raíces sano.
3. Cortar el tallo en un ángulo de 45 grados justo por debajo de un nódulo. El corte se realiza así para exponer la mayor superficie posible. Después de introducir el tallo cortado en agua limpia y tibia para evitar que se forme una burbuja de aire en el centro.
4. Retirar el esqueje del agua y sacudir cuidadosamente. Afeitar la zona inferior del tallo desde la base hasta el nódulo. Lo mejor es rascar la superficie del tallo manteniendo la cuchilla en posición horizontal.
5. Sumergir la zona afeitada del esqueje en un gel de hormonas de enraizamiento (yo uso clonex) asegurandose que quede bien cubierta.
6. Plantar el esqueje en el agujero del sustrato y presionar levemente alrededor de la base.
7. Colocar los esquejes en el propagador y humedecer ligeramente con un pulverizador. Sin un sistema de raíces, los esquejes dependen de la respiración de las hojas, por lo que si se rocian con agua tibia aumentará el nivel de humedad.

Al cabo de un par de días, habrá que abrir un poco los respiraderos para renovar el aire. Los esquejes se rocian dos veces al día y, si se prefiere añadir un nutriente de foliación suave. Los clones precisan niveles lumínicos bajos (con luz fría de fluorescente basta), y entre 18 y 24 horas de luz.
Lo ideal para el sustrato es una temperatura entre 24 y 26 grados, el aire entre 3 y 6 grados menos y la humedad por encima del 90 por ciento.
Pasada una semana, los clones mustios o combados se desechan.
Los clones echan raíces a partir de la primera a la tercera.


8. Sólo se transplanta el esqueje cuando hay evidencias claras de un sistema de raíces denso y sano.

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